miércoles, 22 de julio de 2009

Tardes

“Lo dudo, lo dudo, lo dudo,
Que halles un amor más puro,
Como el que tienes en mí.”
Por Los Panchos


Las amigas de Dorita se habían propuesto concurrir habitualmente a visitarla y a pintar juntas. Y otra vez volvían.
Esta vez, entre bizcochitos y mates, Mirtha se animó a contar una historia o, más bien, su historia con Pedro. Cuando estudiaba, hacía ya muchos años, lo había conocido a él, un español que había venido a la Argentina. Pronto se hicieron amigos y después comenzaron a salir, pero Pedro tenía que volver a España entonces le propuso a ella irse con él. Mirtha lo pensó mucho y finalmente decidió quedarse, ahora estaba viuda, con dos hijos y tenía ganas de volver a verlo a ver a Pedro ¿Qué sería de su vida?
En su interior Mirtha se lo imaginó viejo y soltero, se esforzaba por construir una imagen mental que lo alejara de ella, que le permitiera, desde el presente, enorgullecerse por su antigua decisión.
Entonces se me ocurrió conectarme y que lo buscáramos en Facebook, todas abandonaron sus pinceles y se acercaron a la pantalla, lo encontré y empecé a mostrarle las fotos: Pedro en un bote, Pedro abrazado con una mujer, Pedro besando a una mujer, Pedro con una beba en brazos. Y para Mirtha era eso, Pedro, Pedro, Pedro y una historia que había dejado inconclusa

1 comentario:

Pablo dijo...

Ahh. Viste como es...cuando elegimos una cosa, dejamos de elegir otra.