Sentarse en el sillón para recibir la quimioterapia puede ser para muchos una verdadera tortura pero para otros el humor es una excelente terapia alternativa.
Ese era el caso de una mujer que acompañaba a su hijo. Ambos habían tenido cáncer pero se alejaban del lamento y la lágrima fácil y se divertían haciendo chistes. Con Dorita nunca nos habíamos reído tanto en una sesión.
La mujer nos comentó que le habían extraído una mama y como ella tenía grandes senos se había creado una prótesis casera con mijo, el experimento, nos comentaba, le había traído algunos inconvenientes. Por empezar, las palomas la seguían, ¡se querían comer la prótesis! (o, mejor dicho, el mijo) y cuando llovía se le hinchaba y ella decía que seguro “la teta se le iba a germinar”.
De una situación traumática había hecho una comedia que a nosotras nos divertía pero a algunos pacientes les producía disgusto, quizás estarían cansados de tantas aplicaciones pero yo lamentaba que no pudieran divertirse.
Los veranos: El poder de Samanta
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"¿Querés uno de esos livings? ¿Eso querés?
¿El mármol de las mesadas? ¿La bendita azucarera?
¿Esos hijos inútiles?¿Eso?
¿Qué mierda es lo que perdiste e...
Hace 9 años
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